martes, 10 de septiembre de 2013

A 40 años: La sangre de los caídos es la advertencia para no creer en la demagógica democracia burguesa y terrateniente.


 
“La historia enseña que ninguna clase oprimida ha llegado ni podría llegar a dominar sin un período de dictadura, es decir, sin conquistar el poder político y aplastar por la fuerza la resistencia más desesperada, más rabiosa, esa resistencia que no se detiene ante ningún crimen, que siempre han opuesto los explotadores. La burguesía, cuya dominación defienden hoy los socialistas, que hablan contra la "dictadura en general" y se desgañitan defendiendo la "democracia en general", conquistó el poder en los países adelantados mediante una serie de insurrecciones y guerras civiles, aplastando por la violencia a los reyes, a los señores feudales, a los esclavistas y sus tentativas de restauración.”

V.I. Lenin.


La dictadura burguesa y terrateniente se ha mantenido desde que Chile se formó como república, lo que conocemos hoy en día en Chile como “El golpe militar” no es más que un reordenamiento de las piezas en favor de la misma burguesía y terratenientes, que por lo demás nunca perdieron el poder político completamente y eso quedó demostrado el 11 de septiembre de 1973. El asumir que por la vía pacifica se va a conquistar el socialismo es en el mejor de los casos, una ingenuidad absoluta. El sistema político tal como se encuentra hoy en día en la mayoría de las naciones del mundo, no responde solo a un desarrollo político en particular de cada país, sino que  también a una era, la era de la burguesía, y sumado a esto, desarrollada en su nivel superior, que es la era del imperialismo, en donde los países imperialistas, resguardan el orden burgués en todo el mundo, encabezados por la nación imperialista por defecto, en este caso, EE.UU: El imperialismo norteamericano.

Romper la dominación cultural y su lógica formal,  y pensar dialécticamente.

La educación formal burguesa, más los medios de comunicación masivo y en menor medida (en esta época) la religión, en su rol de dominación cultural, nos han mostrado un mundo y una sociedad inamovible, una sociedad donde los cambios deben hacerse a través de las leyes y respetando el “Estado de derecho”, que todo cambio debe pasar por la misma democracia que nos oprime. Y parafraseando a Lenin nos hablan de “la democracia en general” y “la dictadura en general” como si existiera un solo tipo de democracia, y como si existiera solo un tipo de dictadura, se quiere dar por hecho en las mentes del pueblo que no hay nada más que esta democracia burguesa y que cambiarla sería imposible, diciendo “los cambios radicales ya pasaron” apelando al fin de la historia. Nada más falso y fríamente planeado para que las personas ni siquiera piensen en algo que no sea la democracia burguesa para manifestarse, desestimando moralmente la violencia revolucionaria, pero avalando con la misma moralidad la violencia de las fuerzas policiales y militares provenientes del Estado Burgués terrateniente.

Para poder asumir un cambio revolucionario, es necesario desprenderse completamente de todo aquello que la burguesía ha insertado a la fuerza en nuestras mentes a través  de la educación, los medios de comunicación y la religión, sacar de nuestra concepción la lógica formal sustentada en que el cambio es imposible, y apoyarnos en la mirada dialéctica materialista en que el cambio revolucionario es posible e incluso inevitable. La historia nos demuestra que las clases dominantes se pueden mantener por cientos de años en el poder, pero inevitablemente se va a ver superada por una nueva clase, una nueva era, en este caso la era del proletariado y el campesinado, es por ello necesario asumir que ninguna democracia burguesa, ni con el gobierno más progresista puede ayudar al pueblo, independiente de sus buenas intenciones, ya que, quienes controlan esta democracia es la burguesía y los terratenientes con el imperialismo yanqui, es decir, es querer jugar un juego en el que el contrincante pone las reglas, lo cual hace imposible ganar. Para ganar es necesario romper las reglas del juego, no todas las vías son posible, ni conducen a la victoria, la revolución es el sendero que sigue el pueblo para aspirar a su liberación total de las cadenas que lo oprimen.

El pensar que la democracia burguesa (aunque sea un gobierno progresista) es la única opción para construir una sociedad mejor, es una de las mayores falacias de la época moderna, sumado a la reducción del pensamiento a una simple lógica formal. La contraposición a este pensamiento, es la visión dialéctica donde se asume una mirada hacia el futuro fuera de esta injusta y demagógica democracia burguesa y terrateniente. El pensar en otro régimen político y económico, es aspirar a una sociedad mejor, es remover completamente las estructuras, hacer un cambio de raíz en pos de que el pueblo posea una mejor situación no es una quimera, sino es el deseo más real y materialmente posible que se puede querer, lo idealista es pensar que el régimen burgués va a durar para siempre, la historia nos muestra que esto no va a ser así.
 
 


La dictadura militar burguesa y terrateniente

“…Ante todo, ese argumento se basa en los conceptos ‘democracia en general’  y ‘dictadura en general, sin plantear la cuestión de qué clase se tiene presente. Ese planteamiento de la cuestión al margen de las clases o por encima de ellas, ese planteamiento de la cuestión desde el punto de vista -como dicen falsamente- de todo el pueblo, es una descarada mofa de la teoría principal del socialismo, a saber, de la teoría de la lucha de clases, que los socialistas que se han pasado al lado de la burguesía reconocen de palabra y olvidan en la práctica. Porque en ningún país capitalista civilizado existe la ‘democracia en general’, pues lo que existe en ellos es únicamente la democracia burguesa, y de lo que se trata no es de la ‘democracia en general’, sino de la dictadura de la clase es decir, del proletariado, sobre los opresores y los explotadores, es decir, sobre la burguesía, con el fin de vencer la resistencia que los explotadores oponen en la lucha por su dominación.”

V.I. Lenin

Asumiendo lo que nos plantea Lenin  que no existe una “democracia en general” y una “dictadura en general”, la definición para la diferencia con el régimen burgués anterior al 73 y posterior al 89, y el del periodo de Pinochet es la característica militar, eso deviene en que las fuerzas que poseen el monopolio de la violencia dentro del régimen burgués, ejercieron una violencia más exacerbada  contra el pueblo porque vieron un nivel de conciencia política muy alto, y asumieron reprimir el ascenso popular y convertir a Chile en una colonia directa del imperialismo Yanqui. Aquí aprovecharon de reprimir a organizaciones como el MIR los cuales,una parte, no tenia que ver con el gobierno pero incluso eran un peligro más grande para la burguesía.

El cambio de las estructura económica fue una pugna inter burguesa, como comprobación de esto, se puede dar el ejemplo de Argentina donde existió posteriormente una dictadura militar burguesa similar a la de Chile y no apeló a la liberalización extrema de los mercados enseguida ni en convertir todo lo público en privado, sino más bien fue una economía nacional burguesa-terrateniente la que controló el país, siempre custodiado por el imperialismo, pero tomando más distancia de lo que ocurría  en Chile donde EE.UU. movía directamente los hilos de la economía nacional.  En Chile el imperialismo se encontraba presente en cuerpo y alma y los Chicago boys contribuyeron a esto.

Las buenas intenciones pero ingenuidad de algunos, más la malas intenciones de plano de otros, sumado a la premisa que: independiente quien controle el gobierno innegablemente el Estado le pertenece a la burguesía  mientras no se les expulse por la fuerza. Hizo que millones de chilenos y chilenas fueran asesinados, torturados, vejados, y abusados por la columna vertebral del viejo Estado, es decir la fuerzas armadas y de orden, se demostró más claramente que la función del Estado es ser una máquina de opresión de una clase sobre otra. La opresión y represión encarnizada de los militares contra el pueblo de Chile fue un recordatorio que el Estado en esta era les pertenece a ellos y que si no contraponemos violencia revolucionaria a su violencia reaccionaria, el triunfo nunca será nuestro.

La realidad actual comprueba nuestra premisa, la rebelión se justifica.

“Todos los socialistas, al explicar el carácter de clase de la civilización burguesa, de la democracia burguesa, del parlamentarismo burgués, han expresado el pensamiento que con la máxima precisión científica formularon Marx y Engels al decir que la república burguesa, aun la más democrática, no es más que una máquina para la opresión de la clase obrera por la burguesía, de la masa de los trabajadores por un puñado de capitalistas. No hay ni un solo revolucionario, ni un solo marxista de los que hoy vociferan contra la dictadura y en favor de la democracia que no haya jurado ante los obreros por todo lo humano y lo divino que reconoce ese axioma fundamental del socialismo; pero ahora, cuando el proletariado revolucionario empieza a agitarse y a ponerse en movimiento para destruir esa máquina de opresión y para conquistar la dictadura proletaria esos traidores al socialismo presentan las cosas como si la burguesía hubiera hecho a los trabajadores el don de la ‘democracia pura’, como si la burguesía hubiera renunciado a la resistencia y estuviese dispuesta a someterse a la mayoría de los trabajadores, como si en la república democrática no hubiera habido y no hubiese máquina estatal alguna para la opresión del trabajo por el capital.”

V.I. Lenin

 

Se han escuchado muchos perdones y muchas palabras al viento, sobre lo que se hizo o dejó de hacer durante el periodo de la dictadura militar burguesa y fascista del tirano, y no hacen más que confundir a las personas en quienes son los responsables, y obligan asumir una “reconciliación” a partir de un discurso pre-elaborado que sirve para dejar las cosas hasta ahí, sin mirar hacia atrás. Su llamada reconciliación, es lavarse las manos y continuar sin problemas viviendo a costa del viejo Estado.

En la actualidad nos encontramos que la dictadura burguesa se mantiene, ahora con los civiles y que la característica particular es que sigue reproduciendo el sistema económico y político impuesto por los militares, y que el primer presidente electo en “democracia”, Aylwin fue uno de los principales artífices e instigadores del golpe de Estado. Esto es una de las primeras cosas que nos confirman que el golpe de Estado es parte del régimen burgués al igual que cualquier otro gobierno en esta democracia burguesa, tomado siempre como un gobierno más y continuando sus política. Si uno a esto le suma que el tirano Pinochet nunca fue juzgado por sus crímenes contra personas (porque ni siquiera se pensó en juzgarlo por el cambio económico), ni ninguno de los oficiales y altos rangos de los militares. Incluso algo más importante,  los autores intelectuales del golpe como Guzmán, el pueblo tuvo que ajusticiarlo, porque nunca se pensó tampoco en hablar algo contra él. El señor Buchi responsable económico del gobierno militar, y el señor José Piñera (hermano del presidente) creador del sistema de fondos de pensión más salvaje del planeta donde se roba la plata de todos los Chilenos siguen libres y ejerciendo sus profesiones. Alberto Cardemil, el subsecretario del interior de un gobierno no “democráticamente” elegido y que ejerció la violencia contra personas solo por pensar distinto, se encuentra libre y ejerciendo como diputado de la república. Todo el partido de la Unión Demócrata Independiente, responsables directos del golpe Junto a su dirección Jaime Guzmán (ajusticiado), se encuentran normalmente ejerciendo sus funciones en el parlamento y en el ejecutivo. La misma constitución, el mismo sistema económico, un golpista torturador y asesino  como Cheyre como garante de la democracia en el servicio electoral, estos y muchos ejemplos más hay para comprobar lo que planteamos. ¿Qué prueba más se necesita para comprobar que la burguesía nunca va a permitir que el pueblo llegue al poder por su democracia? ¿Qué nos dice todo esto? Quien podría negar que la dictadura militar burguesa solo es una parte y continuación de las misma dictadura burguesa y que continua hasta estos días.

Es por ello que todo lo anterior más la sangre de los caídos nos enseñan que la vía pacífica, que las elecciones, no son una opción para conquistar el poder para el pueblo, que a través de sus mismas reglas nunca se va a conseguir nada para nuestro pueblo, y que para conquistar el poder y realizar cambios se necesita extirpar a la burguesía del Estado mediante la violencia revolucionaria, la revolución, estableciendo una democracia para el pueblo y una dictadura para la burguesía, es decir, la dictadura del proletariado. Para que el proletariado pueda realizar  los cambios profundos en beneficio de su pueblo, y para que la burguesía no pueda nuevamente tomar el poder y continuar explotando y oprimiendo al pueblo, es inevitable la dictadura del proletariado. Ningún candidato, ni el más progresista nos representa, el método del pueblo debe ser la lucha, la lucha por sus reivindicaciones y la lucha por el poder, la historia nos comprueba y nos recuerda hoy que el socialismo no se puede conquistar por las vía pacifica, mientras asesinos, opresores y represores se mantengan en el Viejo Estado, el pueblo no podrá ejercer su poder en pos de la mayoría, por ello apelamos al único camino posible, la revolución, y que en una nación semifeudal y semicolonial se da a través de la guerra popular y de un partido revolucionario en miras hacia la conquista total del poder en el país, donde el pueblo sea el que realmente gobierne y la burguesía que quiera restaurar su poder, sea la reprimida. Porque las nuevas generaciones ya se dieron cuenta de esta farsa en que vivimos y comenzaron a luchar por su liberación.
 
 
¡Adelante compañeros, por la Revolución!

¡Ni progresista, ni nulo ni blanco, no votar!

¡Con la historia aprendimos que el poder nace del fusil!

 

martes, 30 de abril de 2013

1 de Mayo: Recabarren y los obreros chilenos son uno solo.



“El primero de Mayo quizás no sea una fecha conmemorativa, quizás tampoco sea un aniversario, ni menos una fiesta.

El primero de Mayo debe ser un símbolo y una esperanza, un porvenir y una realidad…

Debe ser un día en el cual se den cita los trabajadores del mundo entero para estrechar cariñosamente su amistad, salvando con el pensamiento las distancias, los desiertos, las montañas; en una palabra, salvando las fronteras marcadas por banderas.”

Luis Emilio Recabarren


Comenzamos manifestando nuestro saludo afectuoso a todos los trabajadores de Chile y el mundo, reivindicando su derecho a la lucha, a la huelga y a una vida más justa, es decir, por los años de opresión, explotación y miserias reivindicamos su derecho a la rebelión. Recordamos también por quienes se les realiza el homenaje del 1ro de Mayo, a los mártires de Chicago quienes lucharon por las 8 hrs. de trabajo, lucharon por su dignidad, siendo fuertemente reprimidos por la policía, cuando el 4 de mayo se produce la masacre de la plaza Haymarket, donde luego de esto son culpados por luchar, por defenderse, 5 obreros que posteriormente son condenados a muerte.

En Chile al hablar del 1ero de Mayo, pensamos en los obreros Chilenos, y la gran lucha organizada que han dado en la minería, en las forestales, en algunas industrias que existen en Chile, y en las empresas de servicios. Pero a su vez, al hablar de obreros Chilenos, se nos viene a la mente enseguida Luis Emilio Recabarren, ya que la historia del movimiento obrero en Chile y la historia de Recabarren es una sola, el fundador del Partido Comunista de Chile en 1922, quien lo creo bajo sólidas bases Marxista-Leninista, siendo parte de la 3ra Internacional.  Recabarren gran dirigente de la clase obrera y quien nos ilumina el camino para llegar a nuestro objetivo inmediato, el poder a través de la guerra popular, y nuestro objetivo futuro, el comunismo. Hablar de Recabarren es hablar de lucha, de la lucha de la clase obrera chilena, de la lucha de todo un pueblo por derrocar el orden burgués, de lucha no solo de un día, sino de la lucha revolucionaria hasta la conquista del poder.

 

Es por ello necesario retomar a Recabarren y rescatarlo de las garras del revisionismo (falso PC electorero), es necesario continuar su legado, seguir por el sendero que trazó donde comprobó en la práctica que la democracia burguesa no le sirve al pueblo, en este contexto ni siquiera como propaganda y que el camino es la rebelión contra el Estado burgués terrateniente. El 1ero de mayo también es un día para desenmascarar al oportunismo y el revisionismo, y luchar para que la CUT, que actualmente en su cúpula dirigencial es un nido de ratas, pase de verdad a control obrero, y se inicie la lucha reivindicativa y por sus derechos, que se convierta en una organización gremial clasista, un organismo de lucha y no una plataforma para la política burguesa del oportunismo y el revisionismo.

Asumimos que nos encontramos en un país con un capitalismo atrasado (capitalismo burocrático), asumimos entonces que vivimos en un país semifeudal, donde el imperialismo instauró su capitalismo a la fuerza y derramando mucha sangre del pueblo, por lo cual este capitalismo no se ha desarrollado.  Chile y los países latinoamericanos, no son países industrializados, por lo tanto no poseemos una gran cantidad de masa obrera, sino más bien una gran cantidad de masa campesina, es por ello que el campesinado debe ser el motor de la revolución, pero nunca hemos desconocido que quien debe tener la dirección de la revolución son los hombres y mujeres que no tienen nada más que su brazos y piernas para trabajar, es decir, la clase obrera, quienes en cualquier contexto deben ser  la dirección de la revolución.

Reafirmamos que la historia del movimiento obrero chileno y de Recabarren es una y la misma, reafirmamos el derecho de los obreros y el pueblo en general a la rebelión, reafirmamos que es necesario reconstituir el Partido Comunista con las bases que sentó Recabarren y expulsar todo tipo de revisionismo y oportunismo, reafirmamos que es necesario que los obreros tomen el control de la CUT, reafirmamos que los obreros son la dirección de la revolución y en ellos está el futuro de una sociedad más justa,  y por último reafirmamos nuestro saludo a cada obrero chileno y a nivel mundial, y hacemos un homenaje al obrero forestal Rodrigo Cisternas, asesinado el 3 de mayo de 2007 por el viejo Estado burgués terrateniente.
 
 

¡¡¡Rodrigo Cisternas vive en los obreros que luchan!!!

¡¡¡A continuar el camino  de lucha que dejó Recabarren!!!

¡¡¡Este 1ero de Mayo proletarios de todos los países uníos!!!

 

Escuela Política Luis Emilio Recabarren

www.ep-recabarren.blogspot.com

 

lunes, 22 de abril de 2013

Las elecciones burguesas son solo para elegir al proximo opresor


Nos encontramos con un panorama muy particular en Chile, por las características del ascenso popular que se ha venido dando hace un par de años, con los movimientos sociales y políticos no pertenecientes a la podrida democracia burguesa, lo que ha ido resquebrajando “la fe” en el viejo Estado. La lucha de los estudiantes secundarios y universitarios, las luchas regionalistas, la lucha mapuche, las luchas ambientalistas, la lucha de pobladores, etc. nos ratifica que no es el mismo panorama que hace 10 años, que las masas han avanzado en sus derechos y en sus reivindicaciones particulares por mejores condiciones, y un porcentaje importante lucha por sus reivindicaciones en pos de cambiar la estructura económica completa. Pero este articulo no se enfoca en estos últimos, los cuales poseen claridad acerca de que no hay posibilidad de utilizar la democracia burguesa para un cambio real, sino para las personas con una mente activa y abierta, honesta pero ingenua, que aún ve posibilidades de cambio dentro de la misma democracia burguesa, visión completamente errada.

Siempre partimos de la premisa de que la democracia latinoamericana subdesarrollada se encuentra en desventaja (aún más injusta) que la democracia burguesa de países desarrollados de Europa y América del norte, por causa del imperialismo. Esto lo aclaraba Mariátegui planteando que estos países eran semifeudales, es decir que conservaban relaciones económicas antiguas como el latifundio y la servidumbre, a raíz de esto y debido a que la economía es la base de la sociedad, es que Mariátegui nos dice que sobre una economía semifeudal no van a poder prosperar nunca instituciones democráticas. He ahí cuando se entiende un Estado burgués y terrateniente demagógico y sin un desarrollo capitalista como en los países imperialistas y  más desarrollados, por lo que si la democracia burguesa es injusta con los más pobres;  el proletariado y el campesinado, en la democracia burguesa-terrateniente de los países atrasados (como Chile), estas injusticias aumentan ya que se actúa pasando por encima de sus propias leyes burguesas.

Teniendo en cuenta esto último podemos advertir que las elecciones, siendo parte de esta supuesta democracia, no solo no benefician  a las clases populares, sino que al pueblo no le sirven para nada, sirven solo a favor de la burguesía y terratenientes para mantener su tranquilidad y paz de cementerio. La democracia burguesa se encuentra sustentada en su Estado, y posee como columna vertebral al ejército y fuerzas de orden quienes reprimen  directamente a quien no respete su “legalidad” y economía capitalista, pero a su vez se justifican política y moralmente con un juego en el que ellos mismos ponen las reglas, las elecciones, donde te dicen por quién votar y te dicen cuando votar y como votar. En los países latinoamericanos esta injusticia se acrecienta aún más porque no existen instituciones verdaderamente democráticas; el parlamento, el ejecutivo, la justicia, la policía y las fuerzas armadas están llenas de demagogia, corrupción, robo, clientelismo, tortura, mentiras, abuso de poder, etc.

Es por esta razón que en un contexto subdesarrollado las elecciones no sirven ni siquiera como medio de propaganda, no nos podemos insertar en un sistema que no respeta ni sus propias leyes, ni su propia democracia burguesa, no nos podemos arriesgar a ser manipulados y agredidos, sin ganar nada para el pueblo, de hecho todo lo contrario, podemos perder masa honesta que se encuentra dispuesta para luchar por la revolución.

La prensa y lo políticos burgueses hacen referencia en la necesidad de votar y participar en las elecciones y plantean que solo votando se puede mostrar el descontento y hacer presión, bueno en la últimas elecciones municipales se mostró como a la gente no está interesada en ir a votar, pero si sale a la calle a marchar, este análisis surgió desde la misma prensa burguesa, y muestra la crisis de legitimidad que está afectando a la supuesta democracia. Es ahí donde hay que apuntar; negar las elecciones pero seguir con la política del pueblo en la calle, a través de las organizaciones populares; deslegitimando así su podrida democracia.

Es por ello que NO debemos asumir la democracia burguesa como una trinchera de lucha, en el contexto latinoamericano en ningún caso ya que no se ha consolidado esta supuesta democracia ni con sus propias leyes, es por ello  que apelamos a la lucha revolucionaria, al trabajo con las masas, a ganar organización gremial, y a la violencia revolucionaria, a luchar por lo que nos pertenece. El ascenso social recién ha comenzado, ya no le creemos a los políticos burgueses y hemos tomado las riendas de nuestra sociedad para construir un futuro rojo junto al pueblo.

¡Las elecciones burguesas no sirven al pueblo!

¡Solo la lucha romperá nuestras cadenas de opresión!

¡La rebelión se Justifica!

 

Escuela Política Luis Emilio Recabarren


 

jueves, 28 de febrero de 2013

El eclecticismo ideológico de la “izquierda”


Dentro del movimiento popular se presentan diversas organizaciones (posiciones) que se hacen llamar de izquierda y apoyar las luchas del pueblo, algunas con ideologías claras y definidas pero erradas comprobado en la práctica y otras con posiciones vacilantes y cambiantes que se nutren de lo que se les haga más cómodo en lo personal para desarrollar su política, dando énfasis al individuo más que al colectivo, obviamente las dos son desviaciones, pero la segunda es mucho más grave y hace referencia al eclecticismo que criticara el propio Lenin.

 Dentro de las primeras, donde se encuentran las organizaciones con ideologías claras y definidas, se presentan diferentes visiones de la izquierda, lo que no significa que todas estén en lo correcto, pero si han avanzado un paso en cuanto a tomar posición por una ideología, para luego proyectar su plan y programa para así alcanzar sus objetivos. En cuanto a su correcta línea política, esta se encuentra determinada por la práctica, y no es sino la realidad, la que va a mostrar los frutos de sus acciones, o las consecuencias nefastas de sus actos. El precepto de la línea correcta es fundamental, y se construye con la práctica, pero además con la crítica, y principalmente con autocrítica, a través de esta autocrítica y la buena recepción de críticas políticas es que se va forjando el individuo y la organización, el no asumir las críticas y no realizar una autocrítica real, convencidos de no tener errores, y tener una actitud poco humilde y soberbia, es una de las desviaciones izquierdistas y representan en su esplendor la concepción ideológica de la burguesía más recalcitrante de cada país. Otro error característico es  “chocar 100 veces con la misma pared”, es decir, darse cuenta que su visión ideológica o su accionar en la práctica está errado, pero persisten en los mismos errores y no avanzan en sus objetivos, el problema es que si se persiste con esa actitud no solo no se va a avanzar, sino que la pared puede caer encima.

Lo anterior fue una introducción para mostrar que no basta con una visión ideológica establecida, sino que tiene que ser la correcta y eso se manifiesta en la práctica, “la cosecha” que se obtenga para el pueblo de lo que se “sembró” con la ideología. Ahora nos vamos a centrar en lo principal que es el problema del eclecticismo, una desviación de derecha.

La esencia teórica del error en que incurre en este caso el camarada Bujarin estriba en que sustituye la relación dialéctica entre política y economía (que nos enseña el Marxismo) con el eclecticismo. “Tanto lo uno como lo otro”, “de un lado, de otro lado”: Tal es la posición teórica de Bujarin. Y eso es eclecticismo. La dialéctica exige que se tengan en cuenta, bajo todos los aspectos, las correlaciones en su desarrollo concreto, y no arrancar un trocito de un sitio, y un trocito de otro sitio. (V.I Lenin)

La cita anterior nos muestra como el propio Lenin critica el eclecticismo a través de los errores de Bujarin en su concepción de la política y la economía,  y nos enseña que el eclecticismo va en contra de toda concepción marxista, ya que se presenta en una contradicción directa con el principio filosófico fundamental del marxismo, la dialéctica materilista.

En la llamada izquierda Chilena, omitiendo de plano el falso pc revisionista de Tellier (por ser un partido completamente burgués), se pueden encontrar muchas posiciones, de hecho lo descrito anteriormente es producto de ello. Es decir, que el Partido Comunista  fundado por el gran Recabarren fuese tomado por el revisionismo luego de su muerte, y que se haya ido alejando poco a poco de los intereses del pueblo y ligándose cada vez más a la democracia burguesa, produjo un descontento del pueblo con este partido, materializándose en la constitución de muchas organizaciones de izquierda dispersas y con diversas posiciones.

El eclecticismo político de la vieja izquierda se caracteriza principalmente por tres corrientes principales (no excluyentes por lo demás), la primera es utilizar diferentes visiones teóricas, donde no existe un desarrollo histórico político y contextual al respecto, es decir utilizan a grandes próceres de la revolución mundial como Marx, Lenin y Mao, y los relacionan burdamente con traidores de la revolución como Trotsky, Deng Xiaoping o Nikita Jrushchov, como decía Lenin toman un trocito de un sitio y un trocito de otro, sin una relación materialista dialéctica. El otro aspecto donde aplica el eclecticismo ideológico, y que es uno de los más fuertes en Chile, es identificarse con procesos revolucionarios donde se aplica la violencia revolucionaria, pero también respaldarse en concepciones de democracia burguesa, ejemplo de ello fue el apoyo al gobierno de Allende y hoy en día respaldados a gobiernos burgueses lacayos de la economía imperialista, con una máscara progresista, como el de Chávez en Venezuela, Morales en Bolivia y Correa en Ecuador. El relacionar la democracia burguesa con una concepción de la violencia revolucionaria, aspecto fundamental de la teoría marxista, es caer en un eclecticismo mucho peor que en el que cae Bujarin, como se dice comúnmente, es mezclar peras con manzanas, la democracia burguesa  -cualquiera que sea-  está en contra de toda concepción revolucionaria. Y por último la tercera visión ecléctica hace referencia al plan de ciertas organizaciones para crear un Mix de teorías, concepciones políticas y visiones ideológicas que se mezclan y se contradicen entre sí, en estas organizaciones no existe ninguna línea política definida, y se presenta una clara intención oportunista de privilegiar la cantidad sobre la calidad en sus organizaciones. Es así como crean una gran organización sobre bases políticas-ideológicas muy débiles, cuestión que se convierte en una ventaja para la burguesía.

Estar en contra del eclecticismo no es dogmático, todo lo contrario es un ejemplo de una concepción materialista dialéctica, el marxismo posee un desarrollo político y además se aplica en un contexto histórico, político, económico, social y cultural. Es por ello la necesidad de aplicar el Marxismo-Leninismo-Maoísmo en el contexto particular de cada país, que mejor ejemplo de dialéctica que tomar el marxismo y su posterior desarrollo, el leninismo y el maoísmo y aplicarlos según el contexto particular de cada uno de los países, semifeudal o liberal burgués. El dogmatismo queda fuera de nuestra concepción materialista y dialéctica, de hecho debe ser combatido, al igual como combatimos el oportunismo y el revisionismo.

La necesidad de dar cuenta de esta desviación es debido a que no todos los caminos llevan al triunfo o todos los caminos son válidos como dice el revisionismo, nosotros de acuerdo al contexto creemos que el camino de las elecciones burguesas no lleva a nada, solo con lucha podremos alcanzar nuestro objetivo que es el poder, para luego poder construir una sociedad sin clases. La ideología en este caso juega un papel fundamental para poder encontrar el camino correcto, es por esta razón que para una revolución podrán faltar los hombres (y mujeres) podrán faltar las armas, y todo eso se conseguirá en el camino, pero lo que no puede faltar jamás es la ideología, la ideología del proletariado.

 

Escuela Política Luis Emilio Recabarren